Dos meses después del atentado en Barajas, en el que murieron dos personas, y con el que acabó el alto el fuego indefinido, el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, excarcela hoy a De Juana Chaos.
El etarra Juan Ignacio De Juana Chaos fue condenado a 3.000 años de cárcel en 1987 (si hace 20 años, no cae ni a un año por asesinato) por su participación en 25 asesinatos, y actualmente cumple condena por amenazar de muerte a varios directores de cárceles. Desde el 7 de agosto del año pasado está en huelga de hambre, como protesta contra su procesamiento por las amenazas antes mencionadas.
Alfredo Pérez Rubalcaba ha explicado que lo ha decidido él personalmente por razones humanitarias, ya que después de 7 meses de huelga ahora corre peligro la vida del terrorista. Y que como tan sólo se trata de un delito de amenazas pues que le va a conceder el segundo grado penitenciario.
Evidentemente todo conforme al estado de derecho y muy democráticamente.
2 comentarios:
Muy complicado, mucho. Nos vamos a tener que tragar unos cuantos sapos. Amargos. Pero es verdad que con la ley en la mano, lo que han hecho no tiene discusión. No olvidemos que mal que nos pese, cumplió la condena por asesinatos. Barato, cierto! Pero la cumplió. Y ahora no está en la cárcel por asesino, sino por amenazas.
Me gustaría pensar que más allá de la amargura de ver a un asesino en libertad, el hecho contribuirá de una vez a traer la paz.
Si es así, bienvenido sea este sapo, y alguno más que a buen seguro cae. Posiblemente soy un ingenuo, pero habrá que tender algún puente, ¿no crees? 50 años de violencia merecen algún esfuerzo por acabarla.
Un saludo
No sé si has tenido alguna vez un perro, pero te voy a decir una cosa que les pasa a los perros.
Si un cachorro le ladra al cartero y luego ve a éste irse, piensa que ladrar hace huir a la gente. Si esto se repite con frecuencia, el cachorro aprenderá que al ladrar, la gente tiene medio y huye.
Para educar al perro a que no sea agresivo, hay que demostrarle que sus ladridos son ineficaces para conseguir lo que quiere ignorándolo o castigándolo.
Si en cambio quieres que se convierta en un arma, debes de hacerle elogios y regalos cuando ladra o ataca.
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