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Niveles de metales peligrosos para la salud de poblaciones sensibles fueron detectados en varias especies de pescado, según un informe confidecial del año 2003 del Ministerio de Medio Ambiente. También se han detectado sustancias tóxicas en acelgas y espinacas.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN, que depende del Ministerio de Sanidad) ha ampliado el espectro de los alimentos que podrían contener mercurio y otros metales dañinos para la salud de niños menores de tres años y mujeres embarazadas. Según un informe hecho público esta semana y elaborado en 2003, una primera recomendación se limitaba a algunas especies de pescado. Ahora AESAN ha incluido en los alimentos potencialmente peligrosos acelgas y espinacas.
Pescado y hortalizas contaminadas
El informe de AESAN especifica que los niveles de mercurio presentes en pez espada, tiburón, atún rojo y lucio superan en muchos casos los límites de alerta para la salud (un miligramo por kilo de peso húmedo de pescado). La presencia del metal afecta sobre todo a mujeres embarazadas o que pueden llegar a estarlo, a las mujeres en fase de lactancia y a los niños en corta edad. Si para estos sectores de población la recomendación es evitar el consumo de estos alimentos o de limitarlo a menos de 100 gramos de pez espada y dos dosis de atún rojo por semana, para niños de entre tres y doce años debería limitarse a unos 50 gramos semanales, siempre y cuando no coma otro pescado de la misma categoría en la misma semana.
La presencia de la forma tóxica del mercurio, el metil-mercurio, se debe a la contaminación medioambiental, especialmente a las emisiones de las centrales térmicas de carbón o de las plantas de cloro sosa, como señalan Ecologistas en Acción, grupo que viene solicitando desde hace años una recomendaciones de consumo de pescado.
Por otra parte, el metal presente en las espinacas y acelgas es el nitrato. Esta sustancia, presente en la tierra de forma natural, llega a ser peligrosa al convertirse en nitritos. Aunque estos compuestos no se utilizan ni se permiten en hortalizas, se encuentran en abonos nitrogenados, utilizados sobre todo en el cultivo de la espinaca.
Por ello, cuando las prácticas agrícolas no son apropiadas, pueden quedar residuos de nitratos que con el pasar del tiempo se convierten en nitritos, peligrosos para el organismo humano. Por esto la AESAN ha recomendado por primeras vez a los padres que no incluyan espinacas ni acelgas en las comidas de niños de menos de un año de edad o, en el caso de que lo hagan, que no presente más del 20 por ciento del total.
Efectos sobre la salud
Las sustancias acumuladas por los peces en su organismo a lo largo de su vida aumentan su concentración a lo largo de la cadena trófica. Por esta razón, los niveles más altos se encuentran en las especies de gran tamaño y, al ser ingerido por el hombre, puede provocar alteraciones graves al desarrollo neuronal del feto y del los niños de corta edad.
En el caso de las hortalizas, se reconoce la cianosis , conocida como 'enfermedad del bebé azul', causada por la bajada de los niveles de oxígeno en la sangre, como un efecto posible de un alto porcentaje de nitratos.
Informe confidencial
La presencia de metales tóxicos en estas especies de pescado no ha sido una sorpresa. Su presencia fue reconocida en un informe elaborado por el Instituto Español de Oceanografía en el diciembre de 2003, que hasta ahora había sido marcado como 'confidencial'.
Para el Ministero de Medio Ambiente, se trataba de un documento interno, a pesar de que en ello se reconociera la presencia de metales tóxicos en cantidades muy superiores a las permitidas en muestras de tres especies recogidas en el Atlántico y el Índico. En el caso del cazón se hallaron cantidades alarmantes de mercurio en el 62,5 por ciento de las muestras analizadas, en el pez espada en el 54,2 por ciento (que asciende a 79 en el caso de presencia de otro metal, el cadmio), y en el 50 por ciento de los ejemplares de tintorera. En el atún rojo, los ejemplares contaminados bajaban a ser solo 4 del total.
Pero a pesar de las reticencia del Ministerio, el grupo de ecologistas Oceana vino insistiendo desde entonces sobre la necesidad de acceder al informe. El permiso fue acordado por un fallo del Tribunal Nacional en el año 2009 pero, según denuncia la organización ecologista, el informe fue publicado sin el anexo en el que se exponían los niveles de toxicidad. Frente a las presiones del grupo ecologista, el 14 de abril AESAN publicó un informe en el que se recomendaba a los menores de tres años y a las mujeres embarazadas a no comer atún rojo, pez espada, tiburón o lucio.
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