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En el artículo anterior, de la web ECOticias.com, titulado “El nuevo ‘impuestazo’ energético no resolverá los problemas del sector” se evidencia la inutilidad de esta medida para solucionar los problemas sociales y ambientales de España. Bien, pero ¿Por qué no funcionará? Esta es la duda que intentaré responder en este artículo.
Antes de empezar, recomiendo que leáis el artículo que escribí en enero titulado “¿Cómo funciona el Sistema Eléctrico Español? El Gobierno suspende las primas a las nuevas renovables: Un fallo histórico que marca el rumbo del desarrollo en España” para entender cómo se estructura nuestro sistema eléctrico.
De forma esquemática, el sistema eléctrico español tiene dos partes. Una, las empresas que generan energía de forma sostenible (REE), a las cuales el Estado les garantiza un precio superior al de mercado y toda la energía que producen debe ser comprada obligatoriamente (las REE suponen el 30% de la oferta)
La otra parte son las empresas bajo régimen ordinario (REO), es decir, aquellas que producen energía mediante fuentes no renovables. La energía que estas producen se compra mediante subasta. Por lo tanto el precio de dicha energía no es fijo, sino que está sujeto a las variaciones del mercado (oferta-demanda).
¿Cuál es el problema?
Pues el de siempre, el mercado energético es corrupto en su funcionamiento. El oligopolio energético español presiona al estado para que retire las primas a las energías renovables, mientras se benefician de su dominio en el mercado para obtener los máximos beneficios aprovechando la estructura del sistema energético (de nuevo recomiendo leer el artículo que escribí en enero: link).
¿Por qué a las empresas bajo el Régimen Especial Eléctrico (REE) el Estado las subvenciona un precio superior al de mercado? Simplemente porque no son competitivas con las del Régimen Eléctrico Ordinario (REO). Pero no es mala esta subvención, por dos motivos: en primer lugar, porque las empresas del REO son más baratas porque no asumen sus costes ambientales, si los asumieran las del REE serían competitivas y en segundo lugar, por que invertir en REE significa invertir en el desarrollo de las energías renovables y por lo tanto en el aumento de su competitividad a medio plazo. Debemos recordar que las empresas REO no son sostenibles y que por lo tanto deberán ser sustituidas.
¿Cuál es el objetivo de la reforma?
Hacer del sistema energético español un sistema sostenible ECONOMICAMENTE HABLANDO. El actual sistema energético ha creado un déficit tarifario en las compañías suministradoras.
¿Qué es el déficit tarifario? Es la diferencia entre lo que paga el consumidor en su factura y el coste reconocido por la compañía eléctrica. El gobierno fija el precio de la luz independientemente de los costes que fije la empresa productora. El déficit tarifario actual son de 24.000 millones de euros, en gran parte debido a las ayudas que reciben las centrales nucleares aun estando ya amortizadas.
¿Por qué el Estado controla el precio de la energía? Para controlar el impacto que tendría sobre la economía la tendencia al alza de los costes de la energía. Este aumento de precio provocaría una tendencia inflacionista en todo el sistema económico, la cual cosa podría provocar graves problemas para la economía.
Pero esta capacidad de congelar el precio de la electricidad aunque suban los costes, genera una deuda pública muy importante y ya estamos viendo que problemas acarrea tener un Estado endeudado. Así que este sistema es pan para hoy y hambre para mañana
La gran estafa del déficit tarifario
Pongamos un ejemplo práctico de cómo funciona el sistema energético español. Cada día el Operador del Merdado de Electricidad (OMEL) hace una subasta para comprar energía para las 24 horas del día siguiente.
¿Cómo se cubre esa demanda? Pues primero con energía nuclear (ya que deben estar activas, porque los parones y arranques son muy costosos), después con energías renovables (que tienen un precio regulado, cómo ya hemos explicado).
Estas energías se ofertan “a precio cero”, porque la subasta siempre se hace desde los sistemas más baratos a los más caros, pero la energía nuclear y las renovables tienen prioridad (la nuclear por su poca flexibilidad y las renovables por ley, ya que pertenecen al REE).
Después entran en la subasta todos los otros sistemas energéticos del REO (gas natural, carbón…). ¿Cuál es la trampa? Que es el último el que fija el precio de todas las demás.
Imaginémonos que se necesitan 100 unidades de energía:
La energía nuclear produce 10
Las energías renovables 30
Esas 40 unidades entran primero en la subasta, pero ahora hace falta comprar las otras 60:
El gas natural aporta 30 unidades de energía a precio 100€/unidad de energía
El fuel aporta 5 unidades de energía a precio 150€/unidad de energía
El carbón aporta 25 unidades de energía a precio 200€/unidad de energía
Pues bien, todas las unidades de energía serán compradas a 200€/unidad de energía, pues es la última fuente en cubrir la demanda la que fija el precio de todas las demás (excepto de las renovables, que tienen un precio superior fijado por el Estado).
Así que en la cuenta de resultados de las empresas nucleares tenemos unos “ingresos caídos del cielo” que no responden a su precio de mercado, sino al precio de mercado de otra empresa que tiene unos costes mucho mayores que la suya.
Cuando el Estado se posiciona del lado del oligopolio energético diciendo “pobrecitas, es que les debemos mucho dinero” miente al pueblo. No les debemos mucho dinero, el Estado ha montado un sistema corrupto que es un pozo sin fondo de perder dinero.
¿Quién va a salir perjudicado con la reforma?
Pues, cómo no, los ciudadanos. Quién hoy en día aun no haya comprendido que en España hay clases sociales y hay una feroz lucha para mantener ciertos privilegios de clase lo tiene muy complicado para entender la actualidad.
Las facturas de la luz se van a encarecer entre el 7% y el 25% para el año que viene, a costa de un sistema eléctrico que sólo beneficia a las grandes empresas eléctricas.
Esta reforma no es una reforma. No cambia nada, ni el sistema de subastas, ni el sistema de distribución… NADA. Sólo aumenta los impuestos a las empresas energéticas.
Y ¿Sabéis dónde está la trampa? Que las empresas de energía renovable no van a subir sus precios, pues el precio de las empresas del REE lo fija el Estado. Son el resto de las empresas (las no renovables), las que controlan el mercado, las que en lugar de disminuir sus beneficios van a aumentar el precio de su energía para encajar la subida impositiva.
Cómo dicen en los casinos, “la casa siempre gana” y en este caso la casa (y la banca) son las grandes empresas controladas por los amigos de los gobiernos (Aznar es asesor de Endesa y Felipe González de Gas Natural), perpetuando un sistema político-empresarial de puertas giratorias.
Yo, personalmente, cambiaría el nombre de nuestro sistema político: No lo seguiría llamando Democracia Parlamentaria (o Monarquía Parlamentaria), lo pasaría a llamar “Hoy por ti, mañana por mí”, donde “ti” y “mi” son indistintamente políticos y grandes empresarios.
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