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6 de junio de 2012

Lechuga, pepino y tomate los más contaminados

Encontrado en ABC:


Interfieren directamente con el sistema endocrino, hormonal y nervioso, según revela un informe de la organización no gubernamental PAN Europe

Lechugas, tomates y pepinos son los alimentos con mayor índice de contaminación por disruptores endocrinos en el mercado europeo, según un informe de la organización no gubernamental PAN Europe, divulgado este martes.
El estudio identifica hasta 30 tipos de esos químicos tóxicos, asociados a los pesticidas, que interfieren directamente con el sistema endocrino, hormonal y nervioso.
Según PAN (Pesticide Action Network), que ha utilizado para su investigación los datos de la autoridad alimentaria europea (EFSA), «los consumidores europeos están potencialmente expuestos a residuos de pesticidas de conocido riesgo para la salud».
El documento fue entregado en Bruselas a las autoridades comunitarias, según fuentes del Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS) consultadas por EFEverde, con la intención de que se tome en cuenta en la discusión de la legislación sobre pesticidas que deberá estar lista el próximo año.
PAN destaca el «vacío» en la regulación vigente sobre pesticidas, que no define un criterio oficial para definir los disruptores endocrinos (EDC) y aún desestima el efecto de esos químicos en dosis bajas.

Enfermedades relacionadas

Los EDC, presentes también en productos asociados a la cosmética, higiene personal y limpieza, se relacionan con enfermedades como alteraciones en la fertilidad, cáncer de mama, próstata y testículos (hormono dependientes), transtornos endocrinos, como obesidad y diabetes y daños cerebrales que se manifiestan como desordenes de conducta.
La organización, fundada en 1982 e integrada en la actualidad por 600 asociaciones de 60 países, recomienda, mientras se revisa la legislación, sustituir los «alimentos de alto riesgo» y optar por productos orgánicos, especialmente en la alimentación de niños y adolescentes, identificados como grupos más vulnerables. En orden de peligrosidad, PAN desaconseja la lechuga, los tomates y pepinos, seguidos por manzanas, puerros y pimientos, si son de cultivo extensivo.

4 de marzo de 2012

Comida que no deberías guardar en la nevera

Encontrado en El País:

Una de las grandes obsesiones de nuestro tiempo es la de meter todos los alimentos en la nevera. Nos da igual que sea necesario o no, o que algunos de ellos degeneren en términos de sabor al someterlos al frío: por si las moscas, los mandamos todos a Siberia como si fuésemos Stalin en plena purga soviética.

No había caído en este fenómeno hasta que un avezado lector del blog, Vicent Pla, me advirtió de ello. Este buen hombre me envió un mail contándome la "guerra contra el todo a la nevera" que mantenía con su familia. "Víctimas del 'cuanto más, mejor', guardan hasta las aceitunas en el frigorífico. Y este fin de semana me enteré de que un amiga mete allí hasta el arroz. El arroz sin cocinar, en el paquete".

En ese momento vi claro que aquí había una tendencia. Había observado aberraciones similares en casas de familiares y amigos. E incluso en la mía: yo mismo me he abandonado muchas veces al vicio frigorífico por pura pereza mental. ¿Que no sé cómo conservar esto que he comprado? Pues a la nevera, que sirve para todo.

Lo cierto es que hay actos de neverismo que podrían considerarse criminales desde un punto de vista gastronómico. El ejemplo más claro es el del tomate. El frío daña las membranas interiores del fruto y convierte su pulpa en una pasta insípida y pastosa. Mejor tenerlos a temperatura ambiente, y en caso de haber cometido el error de meterlos en la nevera, dejarlos un día fuera antes de comerlos, que algo de sabor recuperan. Todo esto no lo digo yo, sino un sabio científico de la comida como Harold McGee.

Aunque no sufren tanto como el tomate, en general los frutos veraniegos (melocotones, melones, nectarinas, berenjenas, calabacines, pimientos) no llevan demasiado bien lo de vivir un súbito invierno en el refrigerador, y palman en sabor y textura a menos de 10 grados. Siempre que sean piezas enteras y en buen estado, yo intento tenerlos fuera de la nevera. Si se puede, lo mejor es comprar en cantidades no muy grandes para que no se pierdan, tratando de huir de la cultura de la megacompra mensual en el hipermercado. ¿Dónde nació ese modelo? En Estados Unidos. ¿Y cómo son allí las neveras? Monstruosamente grandes.

Otras frutas a la que no les gusta nada el frío son las de origen tropical. El aguacate, por ejemplo: la mejor forma para acabar comiéndote un pedrusco de color verde es metiéndolo en la nevera cuando aún está duro. Mejor dejarlo en un lugar oscuro y fresco. Ídem con la piña o el plátano: según McGee, las bajas temperaturas anulan las enzimas que les permiten madurar. Entonces otras enzimas comienzan a actuar con más fuerza: unas causan daños celulares (ergo textura pastosa) mientras que, en el caso de la banana, otras ennegrecen la piel.

Hay hortalizas que se pueden y se deben almacenar fuera de la nevera, como las patatas, las cebollas o los ajos. En la nevera, los almidones de la patata se convierten en azúcar por el frío, por lo que su sabor cambia. El truco es tenerlas siempre a oscuras: para ellas y para las cebollas y los ajos, yo uso unas bolsas opacas de tela que se cuelgan de la pared. Son baratas y de verdad que funcionan.

Un error muy frecuente es el de meter el pan o la bollería en la nevera. Al contrario de lo que parece, envejecen más rápido allí que en una panera sobre la encimera de la cocina. Si se quieren conservar más de un par de días, lo mejor es congelar en rebanadas o trozos pequeños e ir descongelando en el tostador o a temperatura ambiente. Los quesos secos tampoco hay por qué meterlos en la nevera si se consumen con cierta rapidez y se dispone de un lugar fresco en casa donde se puedan guardar envueltos en papel. De hecho, comerse un queso de este tipo recién salido del frío es un asesinato gastronómico similar al del tomate.

El chocolate es otra víctima habitual del neverismo. Salvo que contenga un relleno lácteo o haga mucho calor, no hay ninguna necesidad de meterlo en el frigorífico. Si pones allí unos bombones o una tableta de chocolate abierto, verás que le sale una especie de capa blanquecina: una muestra de que su textura y sabor han resultado alterados. Algo parecido le ocurre al café, para el que algunos expertos desaconsejan por completo el paso por la nevera. Y si quieres que el jamón ibérico en el que te has gastado un pastizal se transforme en el más vulgar de los serranos, no lo dudes: al frigo con él.

Meter cereales, legumbres, frutos secos, conservas (salvo las semiconservas de anchoas, que sí requieren frío), pasta, harina o azúcar en la nevera forma parte ya de otro capítulo: el del disparate. No hay ninguna necesidad de hacerlo, salvo que nos hayamos vuelto definitivamente locos como sospecho le ha ocurrido a la amiga de Vicente.

7 de julio de 2011

La contaminación ambiental provoca esterilidad masculina a través de la leche materna

Encontrado en ABC:

La contaminación ambiental provoca mayor concentración de tóxicos en la leche materna, que se trasmite a los hijos durante la lactancia y puede provocar una baja concentración de espermatozoides en el esperma de los varones, según el estudio realizado por el Instituto Marquès y el CSIC.

La jefa de Reproducción Asistida del Instituto Marquès, Marisa López-Teijón, ha asegurado que el trabajo "refuerza la hipótesis de que los tóxicos ambientales transmitidos de madre a hijo durante el embarazo y la lactancia pueden ser una de las claves de la infertilidad masculina".

Para realizar el estudio, que mañana se publicará en la Revista Internacional de Andrología, los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han medido las concentraciones de 38 compuestos químicos en 68 muestras de leche materna de 34 mujeres catalanas y 34 gallegas.

El resultado señala que las mujeres catalanas tienen un nivel de tóxicos acumulados en la leche cuatro veces mayor que las gallegas.

"En el estudio se aprecia una diferencia clara entre estas dos poblaciones, que relacionamos con la mayor industrialización en Cataluña y con ciertos hábitos de vida como la ingesta de alimentos envasados", según el subdirector del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) del CSIC, Damià Barceló.

Algunos de los tóxicos analizados poseen propiedades disruptoras endocrinas, es decir, son sustancias químicas que en el organismo humano actúan como hormonas femeninas y pueden provocar bajas concentraciones de espermatozoides en el semen, malformaciones genitales y daño testicular, según el estudio.

Estas sustancias se acumulan en medios grasos, por lo que la concentración en la leche materna es mayor que en otras zonas del organismo.

No obstante, Marisa López-Teijón ha apuntado que "sigue siendo recomendable dar el pecho porque aporta defensas inmunológicas".

"Estamos preocupados por el deterioro del esperma, pero la solución no pasa por que las mujeres dejen de dar de mamar, sino por evitar la exposición a sustancias tóxicas", ha añadido.

Una de las sustancias analizadas son los bifenilos policlorados, un contaminante cuyo uso está prohibido en casi todo el mundo, pero que fue muy utilizado durante el siglo XX en el sector eléctrico y agroquímico y todavía se encuentra en las aguas y sedimentos.

Otro grupo de sustancias analizadas son los pesticidas organoclorados, que se utilizan para eliminar plagas, son persistentes y pueden ser arrastrados a largas distancias por las corrientes atmosféricas, marinas o de agua dulce.

El tercer grupo lo integran los retardantes de llama en plásticos y espumas, cuyo uso se prohibió en los años 80, pero se encuentra ampliamente extendido en el aire, polvo de interiores, sedimentos, peces de agua dulce, huevos de aves y animales marinos.

"La presencia de estos tóxicos en la leche materna es mucho mayor en las mujeres catalanas que en las gallegas, porque Cataluña es una zona con un desarrollo industrial sostenido durante los últimos años y un nivel de contaminación mayor que Galicia", según López-Teijón.

"El bajo nivel de concentración de esperma es un problema grave de salud pública, porque en España es la causa principal de esterilidad masculina", según López-Teijón.

1 de julio de 2011

La toxicidad de pez espada y atún rojo, ocultada por siete años

Encontrado en Rioja2:

Niveles de metales peligrosos para la salud de poblaciones sensibles fueron detectados en varias especies de pescado, según un informe confidecial del año 2003 del Ministerio de Medio Ambiente. También se han detectado sustancias tóxicas en acelgas y espinacas.

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN, que depende del Ministerio de Sanidad) ha ampliado el espectro de los alimentos que podrían contener mercurio y otros metales dañinos para la salud de niños menores de tres años y mujeres embarazadas. Según un informe hecho público esta semana y elaborado en 2003, una primera recomendación se limitaba a algunas especies de pescado. Ahora AESAN ha incluido en los alimentos potencialmente peligrosos acelgas y espinacas.

Pescado y hortalizas contaminadas

El informe de AESAN especifica que los niveles de mercurio presentes en pez espada, tiburón, atún rojo y lucio superan en muchos casos los límites de alerta para la salud (un miligramo por kilo de peso húmedo de pescado). La presencia del metal afecta sobre todo a mujeres embarazadas o que pueden llegar a estarlo, a las mujeres en fase de lactancia y a los niños en corta edad. Si para estos sectores de población la recomendación es evitar el consumo de estos alimentos o de limitarlo a menos de 100 gramos de pez espada y dos dosis de atún rojo por semana, para niños de entre tres y doce años debería limitarse a unos 50 gramos semanales, siempre y cuando no coma otro pescado de la misma categoría en la misma semana.

La presencia de la forma tóxica del mercurio, el metil-mercurio, se debe a la contaminación medioambiental, especialmente a las emisiones de las centrales térmicas de carbón o de las plantas de cloro sosa, como señalan Ecologistas en Acción, grupo que viene solicitando desde hace años una recomendaciones de consumo de pescado.

Por otra parte, el metal presente en las espinacas y acelgas es el nitrato. Esta sustancia, presente en la tierra de forma natural, llega a ser peligrosa al convertirse en nitritos. Aunque estos compuestos no se utilizan ni se permiten en hortalizas, se encuentran en abonos nitrogenados, utilizados sobre todo en el cultivo de la espinaca.

Por ello, cuando las prácticas agrícolas no son apropiadas, pueden quedar residuos de nitratos que con el pasar del tiempo se convierten en nitritos, peligrosos para el organismo humano. Por esto la AESAN ha recomendado por primeras vez a los padres que no incluyan espinacas ni acelgas en las comidas de niños de menos de un año de edad o, en el caso de que lo hagan, que no presente más del 20 por ciento del total.

Efectos sobre la salud

Las sustancias acumuladas por los peces en su organismo a lo largo de su vida aumentan su concentración a lo largo de la cadena trófica. Por esta razón, los niveles más altos se encuentran en las especies de gran tamaño y, al ser ingerido por el hombre, puede provocar alteraciones graves al desarrollo neuronal del feto y del los niños de corta edad.

En el caso de las hortalizas, se reconoce la cianosis , conocida como 'enfermedad del bebé azul', causada por la bajada de los niveles de oxígeno en la sangre, como un efecto posible de un alto porcentaje de nitratos.

Informe confidencial

La presencia de metales tóxicos en estas especies de pescado no ha sido una sorpresa. Su presencia fue reconocida en un informe elaborado por el Instituto Español de Oceanografía en el diciembre de 2003, que hasta ahora había sido marcado como 'confidencial'.

Para el Ministero de Medio Ambiente, se trataba de un documento interno, a pesar de que en ello se reconociera la presencia de metales tóxicos en cantidades muy superiores a las permitidas en muestras de tres especies recogidas en el Atlántico y el Índico. En el caso del cazón se hallaron cantidades alarmantes de mercurio en el 62,5 por ciento de las muestras analizadas, en el pez espada en el 54,2 por ciento (que asciende a 79 en el caso de presencia de otro metal, el cadmio), y en el 50 por ciento de los ejemplares de tintorera. En el atún rojo, los ejemplares contaminados bajaban a ser solo 4 del total.

Pero a pesar de las reticencia del Ministerio, el grupo de ecologistas Oceana vino insistiendo desde entonces sobre la necesidad de acceder al informe. El permiso fue acordado por un fallo del Tribunal Nacional en el año 2009 pero, según denuncia la organización ecologista, el informe fue publicado sin el anexo en el que se exponían los niveles de toxicidad. Frente a las presiones del grupo ecologista, el 14 de abril AESAN publicó un informe en el que se recomendaba a los menores de tres años y a las mujeres embarazadas a no comer atún rojo, pez espada, tiburón o lucio.

18 de marzo de 2010

El poder de los medios y la alimentación



Breve entrevista a Jerry Mander en que habla del control de la información ejercido por el capital privado, del poder de la publicidad, y de las nefastas consecuencias sociales de la globalización e industrialización de la producción de alimentos.

Actualización: tras la censura del video original, he encontrado un enlace alternativo.

 

29 de diciembre de 2009

Las semillas transgénicas fuera de control

Encontrado en Vía Orgánica:

En Estados Unidos los agricultores han tenido que abandonar cinco mil hectáreas de soya transgénica y otras cincuenta mil están gravemente amenazadas.

Este pánico se debe a una “mala hierba”, el amaranto (conocida en el Perú como kiwicha) que decidió oponerse a la transnacional Monsanto, tristemente célebre por su producción y comercialización de semillas transgénicas.

En 2004 un agricultor de Atlanta comprobó que algunos brotes de amaranto resistían al poderoso herbicida Roundup. Los campos víctimas de esta invasora “mala hierba” habían sido sembrados con granos Roundup Ready, que contienen una semilla que ha recibido un gen de resistencia al herbicida.

Desde entonces la situación ha empeorado y el fenómeno se ha extendido a Carolina del Sur y del Norte, Arkansas, Tennessee y Missouri. Según un grupo de científicos británicos del Centro para la Ecología y la Hidrología, se ha producido una transferencia de genes entre la planta modificada genéticamente y algunas hierbas indeseables como el amaranto.

Esta constatación contradice las afirmaciones de algunos defensores de los organismos modificados genéticamente (OMG): una hibridación entre una planta modificada genéticamente y una planta no modificada es simplemente “imposible”.

Según el genetista británico Brian Johnson, “basta con un solo cruce logrado entre varios millones de posibilidades. Una vez creada, la nueva planta posee una enorme ventaja selectiva y se multiplica rápidamente. El potente herbicida que se utiliza aquí, Roundup, a base de glifosato y de amonio, ha ejercido una presión enorme sobre las plantas, las cuales han aumentado aún más la velocidad de la adaptación”. Así, al parecer un gen de resistencia a los herbicidas ha dado nacimiento a una planta híbrida surgida de un salto entre el grano que se supone protege y el humilde amaranto, que se vuelve imposible de eliminar.

La única solución es arrancar a mano las malas hierbas, como se hacía antes, pero esto ya no es posible dadas enormes dimensiones de los cultivos. Además, al estar profundamente arraigadas, estas hierbas son muy difíciles de arrancar con lo que, simplemente, las tierras fueron abandonadas.

Transgénicos soportan un efecto búmeran

El diario inglés The Guardian publicaba un artículo de Paul Brown que revelaba que los genes modificados de cereales habían pasado a plantas salvajes y creado un “supergrano” resistente a los herbicidas, algo “inconcebible” para los defensores de las semillas transgénicas.

Resulta divertido constatar que el amaranto o kiwicha, considerada ahora una planta “diabólica” para la agricultura genética, es una planta sagrada para los incas. Pertenece a los alimentos más antiguos del mundo. Cada planta produce una media de 12.000 granos al año y las hojas, más ricas en proteínas que la soya, contienen vitaminas A y C, y sales minerales.

Así este bumerán, devuelto por la naturaleza a la transnacional Monsanto, no sólo neutraliza a este predador, sino que instala en sus dominios una planta que podría alimentar a la humanidad en caso de hambre. Soporta la mayoría de los climas, tanto las regiones secas como las zonas de monzón y las tierras altas tropicales, y no tiene problemas ni con los insectos ni con las enfermedades con lo que nunca necesitará productos químicos.

8 de diciembre de 2009

Consejos para adelgazar

Para estas fechas en las que nos pasamos comiendo, adelanto ya los consejos para cuando queramos perder los kilos de mas. Encontrado en Blog de Fernando Alvarez:

Engordar o adelgazar depende, en gran medida, de la actitud que tengamos frente a la comida. La forma de elegir los alimentos, el tiempo que le dedique a la alimentación, la capacidad de incorporar costumbres saludables y de beneficiar a nuestro cuerpo con actividad física pueden ser determinantes para despedirse definitivamente de los kilos de más. En esta nota encontrará las claves necesarias para llegar a figura deseada.

Hábitos con efecto a largo plazo
  1. Siéntese siempre a la mesa, especialmente cuando se trata de alimentos más calóricos. Ya que ha decidido darse un gusto es importante dedicarle el tiempo y el espacio que merece. Si come rápido, al terminar, las ganas de ingerir algo rico seguirán intactas.
  2. Lleve los platos servidos a la mesa. Con la fuente frente a usted será más difícil controlarse. Destine un solo lugar para comer y evite dejar alimentos cerca de la cama o los sillones.
  3. Las sobremesas prolongadas o las tertulias familiares pueden hacerse tranquilamente sin comidas tentadoras de por medio.
  4. Para perder 5 kilos en un año sin hacer dieta sólo deberá quitar unas 100 calorías de la alimentación diaria. Para lograrlo reemplace la medialuna del desayuno por una tostada y para ahorrar el doble cambie una porción de tarta de jamón y queso por una de pascualina.
  5. Muchas veces se retienen líquidos que aparentan ser kilos de más. Para eliminarlos evite los alimentos que suponen un esfuerzo para el hígado, como, por ejemplo, el café y el azúcar incluido en la pastelería y las golosinas. Por el contrario, aumente el consumo de frutas, verduras, agua y realice actividad física.
  6. También puede recurrir a mezclas de hierbas destinadas a eliminar naturalmente la retención de líquidos, pero antes de adoptarlas consulte con su médico para descartar posibles causas orgánicas.
  7. Anote todo lo que come. De esta manera logrará tomar conciencia de lo que se lleva a la boca y además podrá planificar comidas más calóricas, que consumirá esporádicamente.
  8. Cada 15 días pese o mida lo que come. Así recordará con exactitud las medidas adecuadas y evitará que con el paso de los días una porción se convierta en media.
  9. Nunca deje de desayunar. Es una buena manera de quemar calorías desde las primeras horas de su día.
  10. Muévase más. La mejor forma de bajar de peso es incrementar el gasto calórico y para eso basta con salir a caminar todo los días, subir y bajar escaleras o hacer las tareas de la casa con mayor movimiento. Otra opción es adoptar un perro: es más barato que contratar a un entrenador personal y la obligará a sacarlo a pasear varias veces al día.
  11. Jugar con sus hijos también puede ser una excelente forma de quemar calorías. Retome los patines, la bicicleta y el baile.
  12. Evite usar el coche para ir a cualquier lado, como, por ejemplo, a hacer las compras de todos los días. Vaya caminado y si viaja en colectivo bájese dos paradas antes.
  13. No hace falta aislarse ni obligar a toda la familia a hacer dieta junto a usted. Con algunos trucos podrá disfrutar de comidas deliciosas con menos calorías.
  14. Si prepara pastel de papas para toda la familia, hágalo sin aceite y reserve un sector de la fuente para cubrirlo con puré de calabazas en lugar de papas.
  15. Prepare distintas guarniciones para acompañar un plato principal. Por ejemplo, si hizo un pollo al horno acompáñelo con trocitos de zapallo, ajíes, cebollas y papas para el resto de la familia.
  16. Cuando decida disfrutar de un plato de pastas, recuerde que puede disminuir su contenido calórico si las acompaña con una salsa hecha sin grasas y algunas verduras salteadas con rocío vegetal y gotas de caldo. Eso sí, evite servirlas con queso rallado.
  17. Al preparar pizza no se exceda con el queso y utilice para las cubiertas rodajas frescas de tomate, cebollas desflemadas, morrones asados y poca cantidad de Mozzarella descremada rallada. Si piensa utilizar algún fiambre prefiera el jamón desgrasado.
  18. Si va a tomar helado fuera de su casa prefiera aquellos elaborados en base de agua y frutas en lugar de los de crema, que tienen el doble de calorías.

  19. Adiós a los ataques de hambre

  20. Tome mucho líquido en el día. Al menos dos litros. Esto no sólo le servirá para hidratarse,sino que también le ayudará a bajar de peso, ya que muchas veces se confunden la sensación de hambre y de sed. Además ocupa un lugar en el estómago que podría ser ocupado, si no, por alimentos con más calorías.
  21. Mientras cocina tenga a mano alguna taza de sopa caliente de verduras, pickles, trocitos de apio, bastoncitos de zanahoria, tomate con albahaca o daditos de manzana verde. Así dejará de lado la costumbre de probar lo que cocina.
  22. La fibra brinda sensación de saciedad. Por eso, incluya vegetales o pan integral en sus almuerzos o desayunos.
  23. Para evitar la tentación mientras prepara la merienda de los chicos, en lugar de cocinar tortas o budines, cómprelos hechos y así sólo tendrá que cortarlos o servirlos.
  24. Hablar de lo que no puede comer sólo le dará más hambre. Que la comida no sea su único tema de conversación.
  25. Al llegar a casa después de un día de trabajo ponga el agua para tomar un caldo caliente y dése una ducha. Cuando salga se olvidará de la idea de abalanzarse sobre la heladera a comer cualquier cosa sin pensar.
  26. Coma algo antes de salir de compras, ya que es muy difícil elegir bien y no tentarse con dulces o snacks.
  27. Un plato de sopa liviana o una ensalada de hojas antes de la comida le ayudarán a reducir el apetito y la cantidad de alimentos que comerá luego.
  28. No se prometa no tocar nunca más un alfajor o una torta. Propóngase un límite razonable de una o dos veces por semana para incluir alguna pequeña porción de estos alimentos.
  29. Para los momentos en que necesita desesperadamente comer algo dulce tenga siempre en la heladera gelatina dietética para poder comerla sola o mezclada con frutas picadas, yogur del mismo sabor o crema light.
  30. Que un alimento sea considerado bajo en grasas no quiere decir que pueda comerse sin límites. Si come un súper plato de puré de zapallo no bajará de peso. En cambio, con una pequeña porción de puré de papas, se dará el gusto y estará adelgazando.

  31. Compras inteligentes

  32. Coma algo antes de salir de compras, ya que es muy difícil elegir bien y no tentarse con dulces o snacks.
  33. Haga una lista con todo lo que necesita comprar. Así caminará lo menos posible entre las góndolas. Deténgase, en cambio, ante las verduras y frutas frescas para poder apreciar las de estación y las más novedosas servirán para variar su alimentación.
  34. Lea siempre las etiquetas de los envases. De esta forma podrá elegir los alimentos más livianos, como, por ejemplo, mayonesas bajas en grasas, salchichas light, galletitas dietéticas y quesos hipocalóricos.
  35. Prefiera los cortes de carne que sean más magros: nalga, bola de lomo, peceto, lomo y cuadril. Con ellos podrá preparar todo tipo de recetas, incluso asado o brochettes con carne y verdura.
  36. Si compra comidas preparadas y le cuesta controlarse, lleve pequeñas cantidades siempre menores a un kilo.

  37. Comiendo fuera de casa

  38. Si tiene que estar muchas horas sin comer nada, consuma una buena cantidad de líquidos, yogur descremado y licuados. Tendrá menos hambre y no estará pensando en lo que va a comer luego.
  39. Cuando sienta ganas de comer algo que engorda, comparta la porción y acompáñela con ensaladas, panaché de verduras o palmitos con limón. De postre elija entre una copa de frutillas con poca crema, una manzana asada con Marsala o una macedonia de frutas.
  40. Prefiera los sandwiches de pan árabe con bastante verdura como tomates, lechuga, pepinos frescos o en vinagre o rúcula. En lugar de embutidos grasos elija fiambre de pavo magro, lomito ahumado, jamón desgrasado o bien carnes frías, como pollo, pavita, peceto o pastrón.
  41. En los kioscos puede comprar yogures descremados, ensaladas de fruta o barritas de cereales bajas en grasa. También puede comer alguna salchicha sin el pan o bien pedir en una confitería un licuado de fruta y agua o leche sin azúcar.
  42. Si se lleva la comida de casa envuelva rollitos de jamón o bastoncitos de queso. En un recipiente, tenga trocitos de manzana rociados de jugo de limón que le servirán para sacarse el hambre a media mañana o a media tarde.

  43. Métodos de cocción más sanos

  44. Cambie el aceite por spray vegetal y utilice recipientes antiadherentes para minimizar el consumo de grasas.
  45. En los platos al horno añada una taza de caldo mezclado con la misma cantidad de vino tinto o blanco. Evitará el uso de aceite y el resultado final será más rico y liviano.
  46. La cocción a la sal es otro de los métodos que puede emplear para evitar las grasas en las preparaciones al horno.
  47. Envuelva los alimentos en papel manteca o aluminio. Tendrán mucho más sabor.
  48. Otra opción son las marinadas: deje la carne durante un día en una mezcla de vinagre y hierbas aromáticas o vino con especias. Guárdela en un recipiente con tapa dentro de la heladera.
  49. Reemplace cada huevo por dos claras. Reducirá la cantidad de grasas sin alterar el resultado final.
  50. Retire la piel del pollo antes de comenzar la cocción y para evitar que la carne se seque cúbrala con rodajas de manzana o con fetas de jamón magro.
  51. Una forma de desgrasar los alimentos es preparar algunos de ellos con un día de anticipación. Así la grasa se solidifica y se puede retirar con facilidad antes de calentar.
  52. Para dar buen sabor a los alimentos sin necesidad de exagerar el uso de aceites, cremas o mantecas agregue hierbas aromáticas y especias. Así tendrá distintos sabores en un mismo plato.
  53. Al elegir las verduras para una ensalada recuerde que las de hoja, el tomate, las coles y los zapallitos rallados tienen la mitad de las calorías que la zanahoria, remolacha, palmitos y calabaza. Por lo tanto puede comer el doble de las primeras sin temor a engordar.

  54. Ocasiones especiales y fiestas

  55. Si recibe gente a cenar coloque una bandeja con flores y frutas en el centro de la mesa. De esta manera podrá distraer su atención de otras comidas que servirá.
  56. Consuma poco alcohol y prefiera la sidra, el champagne seco o los vinos y cervezas livianas. Recuerde que cuanto más dulce o de más graduación alcohólica sean las bebidas, más calorías tendrán.
  57. Cuando sirva una picada agregue tomatitos cherry, champiñones con ajo y perejil, palmitos, pickles, bastoncitos de apio y zanahorias crudas, cubitos de carnes frías, de paleta desgrasada y de quesos magros. Podrá así evitar los palitos, papas fritas y otros ingredientes supercalóricos.
  58. No ayune antes de ir a una fiesta ni se programe un ayuno posterior dándose tácitamente el permiso para comerse todo durante la reunión. Tenga un almuerzo y una merienda liviana antes de la ocasión.
  59. Una vez en la fiesta, evite las primeras bandejas, ya que es imposible conseguir algo que sea liviano y, además, una vez que comenzó a comer pan es imposible poder contenerse con el resto de los alimentos. Elija en cambio quesos y fiambres magros y ensaladas si las hubiera. Retire las salsas y controle las guarniciones del plato principal. Coma moderadamente para darse un gusto y poder elegir alguna pequeña porción de postre.
  60. Si se excedió en las comidas descarte el ayuno. Las frutas, el yogur y mucho líquido le servirán para limpiarse por dentro.

  61. Reemplazos que reducen calorías

  62. Comience con un reemplazo paulatino en sus recetas habituales y podrá reducir cientos de calorías. Los resultados se verán enseguida.
  63. Reemplace el aceite como condimento de ensaladas por una mezcla de yogur natural descremado, mostaza, sal, pimienta y una pizca de mayonesa dietética. Así ahorra la cantidad de calorías equivalente a un alfajor o a un bocadito de dulce de leche.
  64. Eligiendo un producto de menos calorías usted puede darse el lujo de suplantar esa diferencia en calorías con algún alimento que usted extrañe. Cada 100 gramos de mayonesa dietética usted se ahorra el equivalente a una porción de tallarines con salsa y queso rallado.
  65. En los postres, cambie la crema Chantilly por quesos blancos bajos en grasas batidos con azúcar o edulcorante y esencia de vainilla.
  66. La salsa blanca se puede preparar con leche descremada mezclada con poca fécula, sal, pimienta y nuez moscada. Queda con la misma consistencia y tan rica como la tradicional.
  67. Prepare copas heladas con cremas bajas calorías y espolvoréelas con copos de maíz inflado sin azúcar. Como salsa mezcle yogur descremado con gotas de su licor preferido y cacao dietético.
  68. “Estire” los alimentos. No es lo mismo comer un trozo de queso de 50 a 60 g que al rallarlo parece insignificante que gratinarlo sobre las verduras. Lo mismo ocurre con 200 g de carne vacuna, que puede ser un bifecito o transformarse en un abundante plato si se combina con vegetales en una cazuela.
  69. Si va a tomar un helado con su familia, prefiera aquellos elaborados en base de agua y frutas en lugar de los de crema que tienen el doble de calorías.
  70. La fibra brinda sensación de saciedad. Por eso, incluya vegetales o pan integral en sus almuerzos o desayunos.

8 de junio de 2009

Los transgénicos amenazan la salud

Sacado de La Jornada:

La Academia Americana de Medicina Ambiental (AAEM, por sus siglas en inglés), hizo pública en mayo 2009 su posición sobre los alimentos transgénicos. "Por la salud y la seguridad de los consumidores" llaman a establecer urgentemente una "moratoria a los alimentos genéticamente modificados y la implementación inmediata de pruebas independientes y de largo plazo sobre su seguridad".

Llaman a los médicos "a educar a sus pacientes, a la comunidad médica y al público para evitar los alimentos genéticamente modificados"; a "considerar el papel de los alimentos transgénicos en los procesos de enfermedad de sus pacientes" y a "documentar los cambios en la salud de los pacientes cuando dejan de consumir alimentos transgénicos". Instan "a sus miembros, la comunidad médica y la comunidad científica independiente, a recopilar estudios potencialmente relacionados con el consumo de transgénicos y sus efectos sobre la salud, y a comenzar una investigación epidemiológica para examinar el papel de los alimentos transgénicos sobre la salud humana".

Una importante conclusión en la que basan su toma de posición es que, a partir de los múltiples ejemplos analizados, “hay más que una relación casual entre alimentos transgénicos y efectos adversos para la salud”. Explican que según los criterios de Hill (de Bradford Hill, ampliamente reconocidos académicamente para evaluar estudios epidemiológicos y de laboratorio sobre agentes que puedan suponer riesgos para la salud humana) “existe causalidad en la fuerza de asociación, la consistencia, la especificidad, el gradiente y plausibilidad biológica” entre el consumo de alimentos transgénicos y los efectos adversos a la salud.

Entre los efectos negativos, comprobados a partir de decenas de estudios en animales, mencionan "riesgos serios", como infertilidad, desregulación inmune, envejecimiento acelerado, desregulación de genes asociados con síntesis de colesterol y regulación de insulina, cambios en el hígado, riñones, bazo y sistema gastrointestinal. Citan, entre otros, un estudio de 2008 con ratones alimentados con maíz transgénico Bt de Monsanto, que vincula al consumo de maíz transgénico con infertilidad y disminución de peso, además de mostrar la alteración de la expresión de 400 genes.

La Academia señala que ante la generalización del consumo de transgénicos, lo urgente es realizar estudios epidemiológicos. Esto es altamente relevante para el caso del maíz en México: aquí el maíz se consume cotidianamente en toda la población, por lo que los efectos de los trasngénicos en este tipo de alto consumo son diferentes y muchos más graves que lo que se puede observar en casos puntuales.

Una fuente citada por el documento de la Academia es el extenso libro Genetic roulette (Ruleta genética) de Jeffrey Smith, que documenta en forma minuciosa y con cientos de referencias científicas, 65 casos de efectos adversos de los transgénicos sobre la salud de personas y animales, incluyendo casos de vacas y ovejas que murieron en Alemania e India, luego de alimentarse rutinariamente con cosechas transgénicas. Este autor alerta que todos somos conejillos de indias para la industria biotecnológica –que ha podido liberar en campo e invadir los alimentos con transgénicos sin necesidad de probar su inocuidad para la salud humana en ninguna parte del mundo– pero que particularmente los niños y las mujeres embarazadas son las que corren mayores riesgos.

La asociación médica refiere también el reciente estudio de la Unión de Científicos Preocupados de Estados Unidos, que analizando 13 años de cultivos transgénicos muestran que éstos tienen menores rendimientos y que si hubo aumento de producción no se debió a transgénicos sino a manejos de tipo convencional. Introducen este análisis sobre productividad, para concluir que tampoco en este aspecto muestran ninguna ventaja, por lo que nada justifica el "serio riesgo para la salud en las áreas de toxicología, alergia y función inmune, salud reproductiva y salud metabólica, fisiológica y genética" que representan los transgénicos, por lo que lo único sensato es aplicar un estricto principio de precaución, estableciendo una moratoria total e inmediata.

A los riesgos que plantean los transgénicos en sí mismos, se agrega el aumento de uso de agrotóxicos y las enfermedades que éstos provocan (están diseñados para usar más agroquímicos, nuevamente no por casualidad sino por causalidad: los fabricantes de trangénicos, Monsanto, Dow, Dupont, Syngenta, Bayer, Basf, son también los mayores fabricantes de venenos agrícolas del planeta).

La trampa está en la inversión de lógica que las trasnacionales han logrado imponer : en lugar de etiquetar con una advertencia a los alimentos que contienen agrotóxicos y transgénicos, obligan a que se tenga que separar, etiquetar y cuesten más caros los alimentos orgánicos y sanos.

La solidez de las posiciones argumentadas por la Academia de Medicina Ambiental contrastan con la supina ignorancia del secretario de Agricultura Alberto Cárdenas y otras autoridades gubernamentales que declaran –sin ninguna prueba de ello– que los transgénicos no son un riesgo para la salud. Igual que con los cerdos industriales de Granjas Carroll y otros grandes criadores. ¿Cuánta gente tendrá que enfermar o morir para que dejen de proteger –y subsidiar– las ganancias de las trasnacionales que crean las enfermedades?

Existen muchas alternativas para producir y alimentarse sanamente, que no implican riesgos, mantienen las fuentes de sustento para las mayorías, cuidan la biodiversidad, afirman la soberanía alimentaria y los derechos de los campesinos. Los transgénicos solamente crean riqueza para unas pocas trasnacionales, amenazando la salud de todos.

17 de septiembre de 2008

Granjas y mataderos

Un día normal, vas al supermercado de siempre o a la tienda de siempre y compras una bandeja con una etiqueta que pone "pechuga de pollo" o quizás "carne para guisar". Todo muy bien y muy eficiente, como se hacen las cosas en el siglo XXI.



22 de noviembre de 2006

Todas las E-XXX de los alimentos

Sacado de http://www.clinidiabet.com/

Colorantes

E 100 Curcumina
E 101 Riboflavina
E 101a Riboflavina-5-fosfato
E 102 Tartracina
E 104 Amarillo de quinoleína
E 110 Amarillo anaranjado S, amarillo ocaso FCF
E 120 Cochinilla, ácido carmínico
E 122 Azorrubina
E 123 Amaranto
E 124 Rojo cochinilla A, Ponceau 4R
E 127 Eritrosina
E 128 Rojo 2G
E 129 Rojo Allura AC
E 131 Azul patentado V
E 132 Indigotina, carmín de índigo
E 133 Azul brillante FCF
E 140 Clorofilas
E 141 Complejos cúpricos de clorofilas y clorofilinas
E 142 Verde ácido brillante BS, verde lisamina
E 150a Caramelo natural
E 150b Caramelo de sulfito caústico
E 150c Caramelo amonico
E 150d Caramelo de sulfito amónico
E 151 Negro brillante BN
E 153 Carbón medicinal vegetal
E 154 Marrón FK
E 155 Marrón HT
E 160 a Alfa, beta y gamma caroteno
E 160 b Bixina, norbixina, rocou, annatto
E 160 c Capsantina, capsorubina
E 160 d Licopeno
E 160 e Beta-apo-8'-carotenal
E 160 f Ester etílico del ácido beta-apo-8'-carotenoico
E 161 Xantofilas
E 161 b Luteína
E 161 g Cantaxantina
E 162 Rojo de remolacha, betanina
E 163 Antocianinas
E 170 Carbonato cálcico
E 171 Bióxido de titanio
E 172 Oxidos e hidróxidos de hierro
E 173 Aluminio
E 174 Plata
E 175 Oro
E 180 Litol-rubina BK


Conservantes

E 200 Acido sórbico
E 201 Sorbato sódico
E 202 Sorbato potásico
E 203 Sorbato cálcico
E 210 Acido benzoico
E 211 Benzoato sódico
E 212 Benzoato potásico
E 213 Benzoato cálcico
E 214 Etil parahidroxibenzoato
E 215 Etil parahidroxibenzoato sódico
E 216 Propil parahidroxibenzoato
E 217 Propil parahidroxibenzoato sódico
E 218 Metil parahidroxibenzoato
E 219 Metil parahidroxibenzoato sódico

Sulfitos

E 220 Anhidrido sulfuroso
E 221 Sulfito sódico
E 222 Sulfito ácido de sodio
E 223 Metabisulfito sódico
E 224 Metabisulfito potásico
E 226 Sulfito cálcico
E 227 Sulfito ácido de calcio
E 228 Sulfito ácido de potasio

E 230 Bifenilo
E 231 Ortofenilfenol
E 232 Ortofenilfenato sódico
E 233 Tiabenzol
E 234 Nisina
E 235 Natamicina
E 239 Hexametilen tetramina
240 Formaldehido
E 242 Dimetil dicarbonato

Nitratos y nitritos

E 249 Nitrito potásico
E 250 Nitrito sódico
E 251 Nitrato sódico
E 252 Nitrato potásico

E 260 Acido acético
E 261 Acetato potásico
E 262 i Acetato sódico
E 262 ii Diacetato sódico
E 263 Acetato cálcico
E 270 Acido láctico
E 280 Acido propiónico
E 281 Propionato sódico
E 282 Propionato cálcico
E 283 Propionato pot‡sico
E 284 Acido bórico
E 285 Tetraborato sódico
E 290 Anhídrido carbónico
E 296 Acido málico
E 297 Acido fumárico


Antioxidantes

E 300 Acido ascórbico
E 301 Ascorbato sódico
E 302 Ascorbato cálcico
E 304 i Palmitato de ascorbilo
E 304 ii Estearato de ascorbilo
E 306 Extractos de origen natural ricos en tocoferoles
E 307 Alfa tocoferol
E 308 Gamma tocoferol
E 309 Delta tocoferol
E 310 Galato de propilo
E 311 Galato de octilo
E 312 Galato de dodecilo
E 315 Acido eritorbico
E 316 Eritorbato sodico
E 320 Butilhidroxianisol, BHA
E 321 Butilhidroxitolueno, BHT
E 322 Lecitinas
E 325 Lactato sódico
E 326 Lactato potásico
E 327 Lactato cálcico
E 330 Acido cítrico
E 331 Citratos de sodio
E 332 Citratos de potasio
E 333 Citratos de calcio
E 334 Acido tartárico
E 335 Tartratos de sodio
E 336 Tartratos de potasio
E 337 Tartrato doble de sodio y potasio
E 338 Acido ortofosfórico
E 339 Ortofosfatos de sodio
E 340 Ortofosfatos de potasio
E 341 Ortofosfatos de calcio
E 350 i Malato sódico
E 350 ii Malato ácido de sodio
E 351 Malatos de potasio
E 352 Malatos de calcio
E 352 i Malato cálcico
E 352 ii Malato ácido de calcio
E 353 Acido metatartárico
E 354 Tartrato cálcico
E 355 Acido adípico
E 356 Adipato sódico
E 357 Adipato potásico
E 363 Acido succínico
E-372 c Ester cítrico de los mono y diglicéridos de los ácidos grasos alimentarios
375 Acido nicotínico
E 380 Citrato triamónico
E 385 Etilenodiamino tetracetato cálcico disódico (EDTA CaNa2)


Gelificantes, estabilizantes y espesantes

E 400 Acido algínico
E 401 Alginato sódico
E 402 Alginato potásico
E 403 Alginato amónico
E 404 Alginato cálcico
E 405 Alginato de propilenglicol
E 406 Agar-agar
E 407 Carragenanos
E 410 Goma garrofin
E 412 Goma guar
E 413 Gomna tragacanto
E 414 Goma arábiga
E 415 Goma xantana
E 416 Goma karaya
E 417 Goma Tara
E 418 Goma gellan
E 420 i Sorbitol
E 420 ii Jarabe de sorbitol
E 421 Manitol
E 422 Glicerol

E 432 Monolaurato de sorbitán polioxietilenado, polisorbato 20
E 433 Monooleato de sorbitán polioxietilenado, polisorbato 80
E 434 Monopalmitato de sorbitán polioxietilenado, polisorbato 40
E 435 Monoestearato de sorbitán polioxietilenado, polisorbato 60
E 436 Triestearato de sorbitán polioxietilenado, polisorbato 65
E 440 i Pectina
E 440 ii Pectina amidada
E 442 Fosfatidos de amonio
E 444 Acetato isobutirato de sacarosa
E 445 Esteres gliceridos de colofonia de madera

Fosfatos

E 450 i Difosfato disodico
E 450 ii Difosfato trisódico
E 450 iii Difosfato tetrasódico
E 450 iv Difosfato dipotásico
E 450 v Difosfato tetrapotásico
E 450 vi Difosfato dicalcico
E 450 vii Difosfato ácido de calcio
E 451 i Trifosfato pentasódico
E 451 ii Trifosfato pentapotásico
E 452 i Polifosfato de sodio
E 452 ii Polifosfato de potasio
E 452 iii Polifosfato de sodio y calcio
E 452 iv Polifosfato de calcio

E 460 i Celulosa microcristalina
E 460 ii Celulosa en polvo
E 461 Metilcelulosa
E 463 Hidroxipropilcelulosa
E 464 Hidroxipropilmetilcelulosa
E 465 Metilcelulosa
E 466 Carboximetilcelulosa

E 470 a Sales sódicas, potásicas y cálcicas de los ácidos grasos
E 470 b Sales magnésicas de los ácidos grasos
E 471 Mono y diglicéridos de los ácidos grasos
E 472 a Esteres acéticos de los mono y diglicéridos de los ácidos grasos
E 472 b Esteres lácticos de los mono y diglicéridos de los ácidos grasos
E 472 c Esteres cítricos de los mono y diglicéridos de los ácidos grasos
E 472 d Esteres tartáricos de mono y diglicéridos de los ácidos grasos
E 472 e Esteres monoacetiltartárico y diacetiltartárico de mono y diglicéridos de los ácidos grasos
E 472 f Esteres mixtos acéticos y tartáricos de mono y diglicéridos de los ácidos grasos
E 473 Sucroésteres
E 474 Sucroglicéridos
E 475 Esteres poliglicéridos de los ácidos grasos
E 476 Polirricinoleato de poliglicerol
E 477 Esteres de propilenglicol de los ácidos grasos
E 479 b Aceite de soja oxidado por calor y reaccionado con mono y diglicéridos de los ácidos grasos alimentarios
E 481 Estearoil-2-lactilato sódico
E 482 Estearoil-2-lactilato cálcico
E 483 Tartrato de estearoilo
E 491 Monoestearato de sorbitano
E 492 Triestearato de sorbitano
E 493 Monolaurato de sorbitano
E 494 Monooleato de sorbitano
E 495 Monopalmitato de sorbitano


E 500 Carbonatos de sodio
E 500 i Carbonato sódico
E 500 ii Carbonato ácido de sodio, bicarbonato sódico
E 500 iii Sesquicarbonato de sodio
E 501 Carbonatos de potasio
E 501 i Carbonato potásico
E 501 ii Carbonato ácido de potasio, bicarbonato potásico
E 503 Carbonatos de amonio
E 503 i Carbonato amónico
E 503 ii Carbonato ácido de amonio, bicarbonato amónico
E 504 Carbonato magnésico
E 507 Acido clorhídrico
E 508 Cloruro potásico
E 509 Cloruro cálcico
E 511 Cloruro magnésico
E 512 Cloruro estannoso
E 513 Acido sulfúrico
E 514 Sulfato sódico
E 515 i Sulfato potásico
E 515 ii Sulfato ácido de potasio
E 516 Sulfato cálcico
E 517 Sulfato amónico
E 520 Sulfato de aluminio
E 521 Sulfato de aluminio y sodio
E 522 Sulfato doble de aluminio y potasio
E 523 Sulfato de aluminio y amonio
E 524 Hidróxido sódico
E 525 Hidroxido potásico
E 526 Hidróxido cálcico
E 527 Hidróxido amónico
E 528 Hidróxido magnésico
E 529 Oxido cálcico
E 530 Oxido magnésico
E 535 Ferrocianuro sódico
E 536 Ferrocianuro potásico
E 538 Ferrocianuro cálcico
E 541 i Fosfato acido de aluminio y sodio
E 551 Oxido de silicio
E 552 Silicato cálcico
E 553 a i Silicato de magnesio sintético
E 553 a ii Trisilicato magnésico
E 553 b Talco
E 554 Silicato de sodio y aluminio
E 555 Silicato de potasio y aluminio
E 556 Silicato de calcio y aluminio
558 Bentonita
E 559 Caolín
E 570 Acidos grasos
E 574 Acido glucónico
E 575 Glucono delta lactona
E 576 Gluconato sódico
E 577 Gluconato potásico
E 578 Gluconato cálcico
E 579 Gluconato ferroso
E 585 Lactato ferroso


Potenciadores del sabor

E 620 Acido L-glutámico
E 621 Glutamato monosódico
E 622 Glutamato monopotásico
E 623 Glutamato cálcico
E 624 Glutamato amónico
E 625 Glutamato magnésico
E 626 Acido guanílico
E 627 Guanilato sódico
E 628 Guanilato potásico
E 629 Guanilato cálcico
E 630 Acido inosínico
E 631 Inosinato sódico
E 632 Inosinato potásico
E 633 Inosinato cálcico
E 635 5'-Ribonucleótidos de calcio
E 635 5'-Ribonucleótidos de sodio


636 Maltol
637 Etilmaltol
E 640 Glicina y su sal sódica


E 900 Dimetilpolisiloxano

Agentes de recubrimiento

E 901 Cera de abejas
E 902 Cera de candelilla
E 903 Cera de carnauba
E 904 Goma laca
905 Aceites minerales, parafinas
906 Goma benjui
907 Cera microcristalina refinada
908 Cera de germen de arroz
E 912 Esteres de ácido montánico
913 Lanolina
E 914 Cera de polietileno oxidada

Productos para tratamiento de harinas (Ninguno de ellos está autorizado en España)

920 L-Cisteína y sus clorhidratos y sales de sodio y potasio
921 L-Cistina y sus clorhidratos, sales de sodio y potasio
922 Persulfato potásico
923 Persulfato amónico
924 Bromuro potásico
925 Cloro
926 Bióxido de cloro
927 Azoformamida

E 927 b Carbamida

Gases

E 938 Argon
E 939 Helio
E 941 Nitrógeno
E 942 Oxido nitroso
E 948 Oxígeno

Edulcorantes

E 950 Acesulfamo K
E 951 Aspartamo
E 952 Ciclamato
E 953 Isomaltosa
E 954 Sacarina
E 957 Taumatina
E 959 Neohesperidina dihidrocalcona
E 965 i Maltitol
E 965 ii Jarabe de maltitol
E 966 Lactitol
E 967 Xilitol

E 999 Extracto de quilaya


E 1105 Lisozima
E 1200 Polidextrosa
E 1201 Polivinil pirrolidona
E 1202 Polivinilpolipirrolidona

Derivados del almidón

E 1404 Almidón oxidado
E 1410 Fosfato de monoalmidón
E 1412 Fosfato de dialmidón
E 1413 Fosfato de dialmidón fosfatado
E 1414 Fosfato de dialmidón acetilado
E 1420 Almidón acetilado
E 1422 Adipato de dialmidón acetilado
E 1440 Hidroxipropil almidón
E 1442 Fosfato de dialmidón hidroxipropilado
E 1450 Octenil succinato sódico de almidón

E 1505 Citrato de trietilo
E 1518 Triacetato de glicerilo

3 de febrero de 2006

Ya no se come como antes

Sacado de agroinformacion:

El contenido en minerales de la leche y de la carne ha caído de forma significativa en los últimos sesenta años, según un estudio publicado en la revista británica "Food".

La investigación, promovida por la llamada "Food Comission", organización independiente que supervisa la calidad de los alimentos, comparó los niveles de minerales existentes en los productos lácteos y en la carne antes de la II Guerra Mundial y en la actualidad.

El resultado del estudio fue la constatación de un descenso de los valores nutricionales en este período de tiempo.
Para efectuar este análisis, los científicos estudiaron los datos publicados en 1940 y en 2002 en "The Composition Food", una publicación que recoge los datos oficiales en materia de nutrición.

Según el director de la investigación, el experto en nutrición David Thomas, la pérdida de estos nutrientes se debe a una producción intensiva en agricultura y en la industria.

El análisis de 15 tipos distintos de carne reveló que los niveles de hierro habían caído una media del 17 por ciento: en el caso del filete de vacuno, los niveles de hierro habían descendido un 55 por ciento, mientras que los de magnesio habían bajado un siete por ciento.

Los investigadores también observaron que el contenido en minerales de la leche había caído un 60 por ciento, mientras que en la nata y en ocho tipos de quesos había descendido un cincuenta por ciento.

La leche había perdido un dos por ciento de calcio y un 21 por ciento de magnesio.
En el apartado de quesos, el típicamente inglés cheddar bajó un nueve por ciento sus niveles de calcio, un 38 por ciento los de magnesio y un 47 por ciento los de hierro, mientras que el parmesano perdió un setenta por ciento de magnesio y de hierro.