28 de abril de 2008

Comerciar con drogas en España

España a día de hoy, si no es el país con mayor comercialización de drogas del mundo, se puede considerar en cualquier caso entre uno de los principales. De hecho en nuestras cárceles, más del 90% de los penitenciarios se encuentran allí por cuestiones relacionadas con las drogas. Ante esta situación hay algunos aspectos que quizás puedan explicar esta situación y que no son muy conocidos.

Por ejemplo un dato curioso es el hecho de que entre los cuerpos de seguridad del estado, el personal dedicado a estupefacientes, supone poco más de un 5% del total de la plantilla. En concreto, para toda la ciudad de Madrid hay 20 policías, 10 para el turno de día y otros tantos para el turno de noche, que se dedican a esta tarea. Algo bastante llamativo y que contrasta con la proporción de casos con condena penitenciaria.

Otro aspecto, más conocido pero que llama la atención es el hecho de que es perfectamente legal comprar drogas para consumo propio. Si comparamos esta situación, por ejemplo con la de la obligación de llevar puesto el cinturón de seguridad o el casco, que si están penalizadas, llama aún más la atención. Porque tanto en un caso como en otro se estaría hablando de acciones que en cualquier caso afectarían principalmente a la propia persona implicada. Y es más el hecho de consumir drogas pueda afectar más fácilmente a personas ajenas al individuo que las consume, que a aquel que no se pone un casco o se abrocha el cinturón.

Menos conocida es la situación de la policía que pretenda pillar a un comerciante de droga, haciéndose pasar por comprador. Esa situación es España, no se puede dar porque es ilegal; un agente de policía que de incógnito le comprara drogas a otro, ante la ley española lo que estaría haciendo es incitar a delinquir al incauto vendedor, y por tanto toda la culpa sería del policía. ¿Curioso verdad?, y más aún si lo comparamos con lo que se pretende hacer en Internet acerca de interferir en las redes P2P para acusar a usuarios de delinquir por aceptar archivos que servidores de la SGAE o de quien sea, incitarían a descargar gratuitamente.

Por último, otra situación que la policía tiene en contra a la hora de perseguir la venta de droga, es la de necesitar un permiso para registrar la vivienda sospechosa de vender droga, y más en zonas de chabolas. Esto es porque es práctica habitual que las chabolas cuenten con accesos entre unas viviendas y otras, con lo que en caso de que la policía se presente a registrar una vivienda, los chabolistas tan sólo tienen que lanzar la mercancía de una vivienda a otra, para la que no tengan permiso de registro.

En fin, esta y más cuestiones de como funcionan las cosas y que pueden dar idea de porque van las cosas como van y no de otro modo.