9 de mayo de 2009

9 de Mayo, a partir de hoy, dejas de trabajar para el Estado

Encontrado en Expansión:

Cada español trabaja 57 días para la Administración central, 29 para las comunidades, 11 para su ayuntamiento y 32 para la Seguridad Social.

El yugo de Hacienda termina 129 días después de las campanadas, España celebra el día de la liberación fiscal. O lo que es lo mismo, desde el 1 de enero hasta hoy, cada español ha trabajado 57 días para financiar los gastos del Estado; 29 para mantener la comunidad autónoma donde resida; 11, para el municipio; y 32, para la Seguridad Social, según el informe sobre el Día del contribuyente elaborado por la Institución Futuro.

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Sea fruto de auténticas políticas de rebajas fiscales o de los apuros de la recesión, para los autores del informe “la principal diferencia entre los países situados en los dos extremos del ránking es el modelo de Estado por el que se rigen: pequeño o grande”. Suecia, Dinamarca y Bélgica cargan con más impuestos a sus ciudadanos a cambio de un Estado del Bienestar o de protección pública muy alto.

Aunque, “lo que a veces puede sorprender es que países con modelos de estado pequeño, como los países bálticos o Irlanda, dedican más dinero a la sanidad y a la educación que otros países con un modelo de estado más grande, o que suelen obtener una mejor puntuación en el Índice de Desarrollo Humano elaborado por la Organización de Naciones Unidas”, concluye Barechet.

Es decir, lo importante no reside en la carga de impuestos sino en la buena gestión de los recursos públicos.

Desde la entrada de la democracia en España, el peso de los impuestos ha ido aumentando. En 1975, tan sólo se dedicaban 69 días del año al pago de los tributos. En los noventa, la liberación fiscal se retrasó hasta el 2 de mayo. Entre 2000 y 2007 registró el mayor aumento: pasó del 5 de mayo al 20 de mayo, su récord histórico. El Estado, por tanto, ocupa cada vez más tiempo a los ciudadanos.

La Institución Futuro es el primer think tank español en calcular la liberación fiscal a través de su iniciativa Día del Contribuyente. La web www.diadelcontribuyente.org, pretende sensibilizar a la sociedad civil de este asunto.

4 de mayo de 2009

Cómo seguir cotizando para la pensión sin tener un empleo

Encontrado en día@día.net:

Muchos trabajadores que se quedan en paro durante los últimos años de su vida laboral desconocen la posibilidad de seguir cotizando individualmente para mantener su nivel de aportaciones con el objeto de cobrar la pensión esperada. Para ello es necesario suscribir un convenio especial con la Seguridad Social.

¿Quién puede suscribir un convenio especial con la Seguridad Social?

Cualquier trabajador que cause baja en un régimen de la Seguridad Social en el que estuviera cotizando y no esté dado de alta en otro régimen en el momento de suscribir el convenio.

También pueden suscribirlo asalariados con contrato fijo o autónomos, que continúen dados de alta en el sistema de la Seguridad Social una vez cumplidos los 65 años, siempre y cuando acrediten 35 o más años de cotización efectiva y estén exentos de cotizar por contingencias comunes excepto por incapacidad temporal.

Asimismo, los trabajadores que cesen en su prestación de servicios por cuenta propia o ajena y que sean contratados nuevamente por otro empresario o el mismo, con remuneraciones que den lugar a una base de cotización inferior al promedio de las bases de cotización correspondientes a los días cotizados en los doce meses inmediatamente anteriores al cese.

Otro de los supuestos afecta a los trabajadores pluriempleados que pierdan uno de sus puestos de trabajo y quieran seguir completando su cotización. Igualmente, para aquellos desempleados que agoten la prestación contributiva y los subsidios por estar en el paro; y para quienes les sea denegada una pensión solicitada o el cobro de la incapacidad permanente.

¿Qué requisitos se exigen?

Tener cubierto un periodo mínimo de cotización a la Seguridad Social de 1.080 días en los doce años inmediatamente anteriores a la baja. En el caso de pensionistas de jubilación o incapacidad permanente a los que se les anuló o extinguió el derecho a la pensión, el periodo mínimo de cotización citado deberá estar cubierto en el momento en el que se extinguió la obligación de cotizar.

Esta cotización de 1.080 días no será exigible a los trabajadores que suscriban un convenio especial en supuestos especiales.

¿Qué supuestos especiales existen?

Los perceptores de un subsidio de desempleo mayores de 52 años, con derecho a cotizar para la pensión de jubilación; trabajadores con 55 o más años afectados por determinados expedientes de regulación de empleo; trabajadores en situación de huelga o cierre patronal; trabajadores a tiempo parcial que quieran completar su cotización; aquellos que reduzcan su jornada para el cuidado de menores de seis años, discapacitados o familiares dependientes; asalariados con permiso o licencia en cumplimiento de un puesto público sin retribución o cuidadores no profesionales de personas dependientes.

¿Por qué prestaciones se cotiza?

Las aportaciones que se hagan a través de estos convenios cubren las situaciones derivadas de contingencias comunes, fundamentalmente la jubilación, ya que no dan derecho al cobro de subsidios de incapacidad temporal, maternidad, paternidad o riesgo durante el embarazo y lactancia. Quedan excluidas la cotización y, por tanto, las prestaciones por desempleo y Fogasa.

¿Cuánto y cuándo se paga y cómo se calcula la aportación?

La cuota debe ingresarse en la Seguridad Social mensualmente. La cantidad será la resultante de aplicar a la base de cotización que elija el tipo único de cotización vigente en el Régimen General (28,3% en 2009) y multiplicar el resultado por el coeficiente 0,94.

Así, la cantidad que se ingrese todos los meses dependerá de la base de cotización por la que se opte. El interesado podrá escoger la base máxima de cotización del grupo que correspondiera a la categoría profesional en la que estaba encuadrado en el momento de dejar de trabajar, siempre que haya cotizado por ella al menos durante 24 meses consecutivos o no, en los últimos cinco años.

También puede escogerse la base mínima de cotización vigente en la fecha en la que se suscriba el convenio, ya sea para el Régimen General o el de autónomos; o una base intermedia comprendida entre las anteriores. En ningún caso, la base que se elija puede ser inferior a la mínima ni superior a la máxima del momento en el que se firme el acuerdo.

La opción de incrementar la aportación en la misma cuantía que lo haga la base máxima cada año, así como la renuncia a dicho incremento, deberá comunicarse antes del 1 de octubre y tendrá efectos a partir del 1 de enero del año siguiente.

¿Dónde se solicita?

Ante la Dirección Provincial de la Tesorería General de la Seguridad Social o en la Administración de ésta última correspondiente al domicilio del solicitante.

3 de mayo de 2009

Las finanzas son un sistema de corrupción global

Catedrático de Economía de la Universidad de Sevilla. Firma una denuncia radical de la crisis financiera y del hundimiento de los valores morales.

Sácado de Público:

Juan Torres, catedrático de Economía de la Universidad de Sevilla, acaba de publicar La crisis financiera. Guía para entenderla y explicarla. Un pequeño libro en el que de manera clara y sucinta acerca a los ciudadanos lo que está ocurriendo en el mundo y por qué. Pero va mucho más allá. Es la denuncia de una crisis moral y un intento de "animar a los ciudadanos a levantar su voz, y decirle a los poderosos que hasta aquí hemos llegado".

¿Sufrimos las consecuencias de un pecado de omisión?

Lo ocurrido es el resultado de un modo de actuar que no hubiera sido posible sin la complicidad de los gobiernos y bancos centrales que miraban para otro lado. Son los gobiernos, como este, los que ponen las líneas telefónicas para facilitar operaciones financieras oscuras en Gibraltar.

¿Decir eso no es ir demasiado lejos?

Si Gibraltar tiene 30.000 habitantes y el Estado español le da 100.000 líneas está proporcionándole los medios para funcionar como paraíso fiscal. Si la Unión Europea firma convenios con paraísos fiscales está facilitando su existencia. Prácticamente, todas las entidades financieras tienen sedes en ellos. El Instituto para la Obra de la Religión, que es el banco central del Vaticano, es un paraíso fiscal. Son instrumentos imprescindibles para hacer lo que han estado haciendo los bancos.

Es usted muy crítico con las medidas de rescate del sistema financiero...

Porque es una supeditación de los gobiernos a los intereses bancarios. Están inyectando dinero a través de los bancos, y estos lo usan para salvar sus cuentas. No llega a la economía real. Los ciudadanos pagaremos impuestos para apoyar a los bancos, para que estos, a su vez, financien a las empresas sus expedientes de regulación de empleo. Porque también es cierto que muchas empresas están usando la crisis para tapar un mal gobierno semejante al de los bancos.

Desde los gobiernos mantienen que sería catastrófico no hacerlo.

Salvar el sistema financiero no es salvar a los bancos. El sistema se ha hundido porque los bancos se han dedicado a especular sobre bases falsas. Y eso ha provocado hambre. Hemos visto en multitud de bancos ofertas para que la gente invierta aprovechándose del alza de precios de los mercados alimentarios. Son los inversores especulativos los que provocan el hambre, y es criminal que se usen los recursos para sostenerlos. Y más aún darles dinero para que ganen más dinero.

Muchos dirán que es un planteamiento demagógico.

En mayo del año pasado la FAO reclamó 6.000 millones de dólares para atender hambrunas inmediatas. Sólo se recaudaron 4.000. Si es demagogia decir que no dan dinero a la FAO para que luche contra el hambre y, sin embargo, dan miles de millones de dólares a los bancos, para que luego paguen grandes primas a sus directivos o para salvarle la cara a los bancos que han perdido dinero en la pirámide de Madoff Los ciudadanos tenemos que reclamar el fin de esa inmoralidad, no dar un euro más a bancos corruptos que se llevan el dinero a paraísos fiscales, que financian actividades puramente especulativas, mientras hay tanta gente padeciendo.

¿Una crisis económica apoyada en una crisis moral?

Claro. Esta crisis pone sobre la mesa los valores morales sobre los que está montada nuestra civilización. Los ciudadanos tienen que saber que la Iglesia tiene paraísos fiscales, y que los terroristas, traficantes de armas y banqueros corruptos también tienen facilidades para instalarse en los paraísos fiscales. Las finanzas se han convertido en un sistema de corrupción global con la complicidad de gobiernos e instituciones.

¿Tiene propuestas concretas para el cambio?

Prohibir los paraísos fiscales, desincentivar la especulación con impuestos, dotar a los gobiernos de capacidad de maniobra, controlar los movimientos de capitales Pero no será posible si los ciudadanos no tienen poder para exigirlo. Los planes de Obama, que son relativamente moderados, están siendo atacados sin piedad, y modificados, por la derecha y los poderes financieros. Hay que reclamar el fin de esa situación inmoral en la que se encuentra la economía mundial.

¿Qué pueden hacer los ciudadanos para vencer a esos poderes?

Salir a la calle, votar a los partidos que defienden estas ideas, poner su dinero en los llamados bancos éticos, no en los especulativos. Puede lograrse por vías pacíficas y democráticas, pero diciendo que no con contundencia.