En cada uno de los 350 escaños del congreso, han colocado un ordenador conectado a Internet, más dos pantallas gigantes. En total, han empleado en ello 15 millones de euros que hemos pagado con nuestros impuestos.
Consideremos que las dos pantallas gigantes, los cables y la mano de obra hubieran supuesto sólo 1 millón del total, dinero con el que una familia española podría comprarse 2 buenas casas totalmente equipadas y amuebladas, sin hipotecarse ni un sólo día en su vida. Según eso con los 14 millones restantes, cada dipu-ordenador nos ha salido por 40.000 €, dinero con el que 20 personas de a pie podrían comprarse cada una, un ordenador portátil bien equipado y con conexión a Internet sin cables.
Es algo muy curioso todo esto porque, según los medios de comunicación y la opinión de los propios políticos, Internet es equivalente a la mayor amenaza de pornografía, pederastia, terrorismo, tráfico de armas, drogas e información personal, y cómo no, la piratería, el gran mal que amenaza la cultura. Y todo esto lo tendrán de ahora en adelante, mientras no se cuelgue el Windows, durante las futuras sesiones en las que decidirán las medidas que influirán en nuestras vidas.
¿Habrá algún diputado que lea este u otro blog, o se entretendrán en cambio comprando juguetes para sus niños en una tienda on-line?
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